Shu "luz", es una deidad cósmica, que personifica el aire atmosférico y la luz, según la mitología egipcia.
A Shu, Dios del aire y padre de la tierra (Geb), y el cielo (Nut), se le identificaba con el aire y con la luz, y su nombre significa "vacío".
La faceta más destacada de Shu es la que lo identifica con el aire, entendido como la invisible fuerza que mantiene el cielo sobre la tierra y como la energía cósmica que hace que permanezcan separados.
Mitología:
Es el responsable de los fenómenos atmosféricos no violentos, personifica los rayos que llegan de Ra, el calor ardiente del verano y del Sol del mediodía y la sequedad del aire.
También, como "Ba" de Jnum, del frío viento del Norte, y del principio vital de los seres vivos.
Simbolizaba la fuerza vital que anima el Universo como aspecto de la deidad suprema, Atum-Ra, y en los textos de los Sarcófagos figura como un Dios creador.
Iconografía:
Hombre que lleva sobre la cabeza una pluma de avestruz. Tiene los brazos levantados sujetando a la diosa del cielo, Nut.
Bajo su manifestación animal aparece como un león.
Su eterna ocupación será mantener separados el cielo, Nut, y la tierra, Geb, para evitar el caos del Universo, quedando patente en el Libro de los Muertos, siendo Hermópolis el lugar donde el Dios Shu había "levantado el cielo".