Se cree que fue el único animal del Edén que resistió la tentación, lo que le convirtió en un ser eterno.
En Egipto se le llamaba Bennu y simbolizaba el Sol, que muere por la noche y renace por la mañana.
También fue asociado a las crecidas del Nilo.
Dice la leyenda que se consume por sus propias llamas cada 500 años, para renacer después de sus propias cenizas como un Fénix joven y nuevo.
En Egipto se le llamaba Bennu y simbolizaba el Sol, que muere por la noche y renace por la mañana.
También fue asociado a las crecidas del Nilo.
Dice la leyenda que se consume por sus propias llamas cada 500 años, para renacer después de sus propias cenizas como un Fénix joven y nuevo.
Cuando sentía cercano el momento de la muerte, se preparaba un nido de maderas nobles, raras y aromáticas y generaba un fuego en su interior que le consumía entre sus llamas.