Antorcha

La antorcha, como instrumento que disipa la oscuridad por medio de la purificación del fuego, sirvió para alejar a genios malignos y se relacionó con el Sol.
En la celebración tebana de "la bella fiesta del Valle", los sacerdotes se dirigían a la orilla Oeste (orilla de los muertos), y se presentaban ante la estatua divina del templo funerario de Hatshepsut en Deir el-Bahari.
Portaban cuatro antorchas y las colocaban en las cuatro esquinas de la sala, donde se había colocado la barca del Dios.
Con este acto se pretendía que la luz alcanzara los cuatro puntos cardinales y disipara las tinieblas, logrando la eliminación de las temidas fuerzas negativas que querían amenazar la estabilidad.
Después presentaban la ofrenda de cuatro vasos de leche, que garantizaban la paz y el sustento del Dios.
En estos vasos se apagaban las antorchas cuando en la mañana el Sol nacía por Oriente, eliminando toda clase de peligros.